La Rosca | Legislativas |
El pedido se da en el marco de una convulsionada relación entre el gobierno nacional y gobernadores. Se trata de los senadores de Unidad Federal, los misioneros, los santacruceños y la rionegrina. También se sumó un radical.
En medio de un clima de tensión entre el Gobierno nacional con los gobernadores, a raíz del conflicto particularmente con Chubut, y tras un fin de semana de escalada de confrontación por parte del presidente Javier Milei contra Ignacio “Nacho” Torres, la oposición no K del Senado le pidió a Victoria Villarruel que convoque a una sesión especial para el tratamiento del DNU 70/23 de desregulación de la economía.
El pedido fue encabezado por el correntino Carlos “Camau” Espínola, jefe del bloque Unidad Federal, junto a sus compañeros Edgardo Kueider, de Entre Ríos, y Alejandra Vigo, de Córdoba. Entre los firmantes se sumó además un radical, el fueguino Pablo Blanco.
Suscribieron también la solicitud senadores que responden directamente a sus gobernadores: Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, del Frente Renovador de la Concordia Misionero; José María Carambia y Natalia Gadano, del bloque Por Santa Cruz; y Mónica Silva de Juntos Somos Río Negro.
“Nos dirigimos a usted a fines de solicitarle tenga a bien, según lo establecido en los artículos 19 y 20 del Reglamento del Honorable Senado, en virtud de su facultad, convocar a una sesión especial para dar tratamiento al Mensaje 1/24 Decreto de Necesidad y Urgencia N°70/23”, pidieron este lunes a la vicepresidenta, sin especificar un día y horario particular.
A cuatro días del comienzo del período ordinario, la solicitud es una clara demostración de que Villarruel no podrá estirar más el debate del mega DNU, algo que rechazó concederle a Unión por la Patria en tres oportunidades. La bancada que conduce José Mayans reclamó por una sesión para el 1, el 15 y el 23 de febrero, pero la vicepresidenta no se las concedió. Esto le valió fuertes críticas en la sesión preparatoria y hasta una denuncia penal.
Con 33 miembros, UP está a tan solo cuatro votos para rechazar el DNU en el recinto, y confía en encontrar en los bloques federales las adhesiones que le faltan. Dentro de los firmantes del pedido de este lunes, hay algunos senadores que estarían dispuestos a votar en contra del decreto, publicó este lunes el sitio especializado Parlamentario.
La semana pasada, entre cruces y acusaciones, quedó conformada la Bicameral de Trámite Legislativo, encargada del análisis de los decretos del Ejecutivo y donde el oficialismo quiere discutir más de un centenar que quedaron pendientes de gestiones anteriores.
Sin embargo, desde la oposición insisten que, de acuerdo a lo establecido en la Ley 26.122, desde el 19 de enero pasado están vencidos los plazos de tratamiento del DNU en la comisión, y ya se puede directamente discutir “de oficio” en el recinto, es decir, sin que haya dictamen de la comisión.
El mega DNU 70/23 de Milei, que significó el primer paquete de medidas del Gobierno, estableció la derogación de la Ley de Alquileres, la derogación de la Ley de Góndolas y la Ley de Abastecimiento, la liberación de los precios de las prepagas, el cobro de intereses punitorios sin regulación ni topes para las tarjetas de crédito, la habilitación de privatizaciones y modificaciones en la Ley de Medios y la Ley Argentina Digital, entre muchísimos otros puntos.
A partir de distintas cautelares presentadas, la Justicia suspendió el capítulo de la reforma laboral, los cambios en la Ley del Instituto Nacional de la Yerba Mate, y la posibilidad de que los clubes de fútbol -si así lo quisieran- se transformen en sociedades anónimas. La Justicia de La Plata había hecho también lugar a una cautelar contra la derogación de la Ley de Tierras, pero posteriormente el juez federal Alberto Recondo la dejó sin efecto.
A diferencia de la ambiciosa ley ómnibus, que se cayó en la Cámara de Diputados, gran parte del DNU 70/23 se encuentra vigente. Por ejemplo, este mismo lunes el ENACOM habilitó a las empresas tecnológicas Starlink -de Elon Musk-, Amazon y OneWeb a operar en el país y ofrecer el servicio de internet vía satélite.
La Rosca | Críticas a Milei |
En un texto enviado a La Rosca, el exintendente justicialista expresó: “Queridos entrerrianos y entrerrianas, como ciudadano de “La Histórica” Concepción del Uruguay me veo en la obligación de advertir que, desde mi humilde mirada personal, veo necesario remarcar que los aspectos que se buscan evocar y hacer referencia para justificar las recientes medidas del gobierno nacional asumido el último 10 de diciembre, van en el sentido opuesto a los principios que guiaron a nuestros próceres durante el proceso de Organización Nacional.
En el año 2022, la Legislatura de la provincia de Entre Ríos, declaró a Concepción del Uruguay como “Ciudad Cuna de la Organización Nacional” mediante ley N° 10.971. A su vez, presentamos un proyecto en el Congreso de la Nación con la misma intención. Los y las uruguayenses somos portadores del legado de los principios de Urquiza, quien a su vez es legatario de Artigas y de Ramírez. Escuderos de los valores de la Constitución de 1853, aquella que fuera gestada y defendida en nuestras tierras. Somos herederos de los miles de hombres y mujeres de todo el litoral que dieron su vida en Caseros y de los vecinos que lucharon en nuestra ciudad aquel 21 de noviembre para defender el Congreso Constituyente de Santa Fe. Somos parte de una historia ligada al imperio de la ley, las instituciones y la libertad.
Hoy, ante los hechos de público conocimiento es momento de ser claros. El Presidente de la Nación y su equipo suelen usar el nombre del insigne Juan Bautista Alberdi para, supuestamente, inspirar su accionar. Por eso es bueno el momento para recordar lo que decía Alberdi. Porque no podemos permitir que aquellos valores y premisas que guiaron a nuestros próceres como Urquiza, Ramírez y el mismo Alberdi —que le dedicó, nada menos, su libro “Bases” al General entrerriano— sean transgredidos incumpliendo la voluntad de nuestra ley suprema: la Constitución Nacional, aquella que nos rige como argentinos y argentinas hace más de 170 años. El diálogo, los consensos y la armonía son los valores que deben guiarnos para construir una Argentina mejor. No es la imposición ni la falta de respeto el camino.
Quiero enfatizar en esta idea, que no es mía, que es de autoría de aquel gran tucumano que contribuyó al rumbo luminoso de la organización nacional. Por eso me permito citar un párrafo del gran Alberdi, para corroborar cómo un mal que creemos nuevo, está en realidad en la raíz de nuestra propia historia: el mal de quienes abusan de las palabras sin consistencia con su misma conducta. Dice Alberdi, en su madurez, reflexionando sobre lo que vio y vivió:
“El liberalismo como hábito de respetar el disentimiento de los otros es algo que no cabe en la cabeza de un liberal argentino. El disidente es enemigo; la disidencia de opinión es guerra, hostilidad, que autoriza la represión y la muerte (…) No es liberal el que no sabe respetar a su contradictor, su refutador, su disidente. La libertad, en su sentido más práctico, es la contradicción, la refutación, el disentimiento, el veto de cada ciudadano, opuesto a los actos del poder, no el veto del poder puesto la sanción de la opinión, que es la ley de las leyes, la luz de la Constitución”.[ J. B. Alberdi, Escritos póstumos. Ensayos sobre la sociedad, los hombres y las cosas de Sudamérica. Tomo X. Imp. Cruz Hermanos, Buenos Aires, 1899. Páginas 155 a 157]
El disidente como enemigo, la disidencia como guerra. La libertad, como palabra hueca. No podemos aceptarlo. No es admisible que un siglo y medio después de que Alberdi escribiera estas palabras, quien encabeza el Poder Ejecutivo nacional siga pensando y actuando de ese modo. Imponer, presionar, abrogar las leyes por decreto, no son en absoluto el camino que Alberdi y Urquiza pregonaron.
Las necesidades y urgencias existen, sobre todo en los más desventajados de nuestras comunidades, y sobre todo en quienes más sufren, pero para afrontarlas necesitamos tres elementos que brillan por su ausencia en el DNU y en la llamada Ley Ómnibus: primero, compromiso con nuestras leyes máximas; segundo, confianza en el diálogo social y político como herramienta de la democracia; y tercero, una firme convicción para cumplir con los mecanismos institucionales que corresponden.
Solo así vamos a avanzar en la construcción de una Nación más equitativa, libre y con bienestar para todos y todas”.